Desde los días en que apenas comenzábamos a descubrir el mundo en el kinder, hasta los momentos de decisiones en la universidad, Cristian ha sido más que un amigo; ha sido un hermano en esta aventura de la vida. Con cada etapa, uno rara vez piensa en el día en que dará el paso hacia una nueva vida junto a alguien. Pero cuando llegó ese día, me invadió una ola de recuerdos, de aventuras compartidas, travesuras y anécdotas que solíamos contar entre risas a nuestros otros camaradas. Hoy, mi mejor amigo se convierte en esposo, y no puedo evitar sonreír al verlo junto a Cindy, una mujer increíble que lo acompaña en este nuevo camino.
Esta carta es para que, cuando mires estas fotos, recuerdes cada instante y cada promesa. Que Dios los bendiga abundantemente, hermano. Te amo, y siempre estaré aquí para ustedes, con la cámara en mano, capturando cada nuevo capítulo.